Desde las sobrias llanuras de secano, en que la vid, el olivo y el almendro son los señores del paisaje, por los fértiles valles de frutales, hortalizas, arrozales.., donde la tierra se ofrece sin reservas.., hasta las zonas montañosas y húmedas del sur, fecundadas por los ríos Mundo y Segura, con sus paisajes de ensueño y de calma.