La necesidad hecha el arte
El cultivo, la crianza, la transformación, la elaboración. La tierra y el clima, la economía y el trabajo. El buen hacer de sus gentes.
Junto a un entorno natural de primer orden, una arquitectura singular, un destacadísimo patrimonio arqueológico y fiestas tradicionales únicas en su género, la Comarca Campos de Hellín oferta al viajero una estancia entrañable y acogedora que difícilmente podrá olvidar.
Algunas propuestas de la cocina típica local:
Mojete, rin-ran, zarangollo, arroz con conejo y caracoles, arroz con collejas, encebollado de toro, ajo matero, gachas migas, atascaburras, gazpacho de liebre o perdiz, panecicos dulces, potaje de habichuelas, conejo en patagorrina o guisao de panecicos.
Pero además, la industria alimentaria de la comarca elabora productos de extraordinaria calidad, que el viajero podrá adquirir en las propias fábricas:
Embutidos y jamones. Quesos y derivados, vinos y aceites repetidamente premiados, miel, encurtidos, tortas de gazpacho, bollería variada, frutos secos. Y los caramelos de reconocida y bien merecida fama.
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